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Muchos aspectos (Anekantvad).

Según la metafísica jaina, la realidad está constituída por  innumerables sustancias materiales y espirituales.

No sólo hay sustancias innumerables,  sino que ellas son susceptibles de un número infinito de modificaciones. 

El conocimiento claramente común, ordinario o vulgar (no-omnisciente) no puede comprender esta realidad compleja, porque el conocimiento ordinario es limitado no solamente por la energía limitada de los sentidos y de la razón, sino también por las perspectivas adoptadas por la persona que conoce,  así como por las condiciones del espacio, tiempo, luz, etcétera.  

Reconociendo la naturaleza increíblemente rica y compleja de la realidad, la filosofía jaina desarrolló el concepto de la noción de los "Muchos-aspectos" (anekant), o muchas facetas,  de la existencia,  porque es permanente y no cambia, es la última instancia,  y es absolutamente verdadera, y el proceso que cambia es la única realidad.

Este concepto de los muchos-aspectos, ha permitido a los pensadores jainas explicar las ideas de la  permanencia y el cambio.

Las  sustancias, son permanentes.

Pero las formas o los modos de estas sustancias están cambiando continuamente.

Acentuando los límites del conocimiento ordinario, el Jainismo desarrolló la teoría que la verdad concierne a la perspectiva (naya), de la cual se sabe.

Además, debido a que la realidad  se suele conocer generalmente, solamente de una perspectiva limitada, todas las búsquedas del conocimiento suelen ser solamente tentativas (syat),  teniendo la forma, "X puede ser Y," más bien que "X es Y."  

Limitación de perspectivas.  

Las limitaciones del conocimiento,  se ilustran con una historia popular jaina, que implican a cinco hombres ciegos,  y a un elefante.  

Un rey trajo una vez a cinco hombres ciegos a su patio,  en donde el había sujetado un elefante grande,  y les había pedido que le dijeran que era.

Cada hombre tocó al elefante, y en base a su perspectiva, cada uno le dijo al rey lo que creía que era. 

Uno de ellos, le tocó el tronco del cuerpo, y declaró que era una serpiente enorme. 

El segundo le tocó la cola,  y dijo que  era una cuerda.  

El tercero sintió la pierna,  y la llamó un tronco de un árbol.  

El cuarto creyó que era un  ventilador. 

El quinto tocó un  lado del elefante,  y declaró que era  una pared. 

Cada uno insistió que su idea era la correcta,  y discutieron defendiendo lo que creían como verdadero, pero no pudieron  resolver el conflicto,  porque no pudieron reconocer que cada una de sus ideas era verdades solamente desde  una perspectiva limitada. 

Como los hombres ciegos, cada persona percibe las cosas solamente desde  su propia perspectiva. 

Estas perspectivas son determinadas por muchos factores, incluyendo condicionamientos de tipo socio cultural, el tiempo, la luz, las esperanzas, los miedos y, por supuesto, la limitación de nuestros receptores sensoriales,  y la mente que razona. 

Una persona que considera todo en términos de beneficios, ve todo en aumentos y  pérdidas; la persona insegura ve amenazas por todas partes,  y la persona devota de Dios,  considera todo como la Creación bendecida de  Dios. 

Cuando se entiende que el conocimiento es limitado por las perspectivas particulares, se comprueba que el conocimiento está condicionado por la limitación de la perspectivas,  y se debe expresar siempre como solamente tentativo de la verdad.  

Apenas como los hombres ciegos, se percibe generalmente la realidad.

Recordemos al ciego que tocaba al elefante, y creía que era un ventilador.  

Condicionales.  

Analizando la lógica de las frases condicionales, los jainas tienen el siguiente esquema para hacer un postulado  de verdad sobre cualquier objeto particular. 

Por ejemplo, las frases siguientes son posibles con respecto, por ejemplo, a la temperatura del agua:

Es caliente

Es fría.

Es tibia etc.  

El agua no es ni caliente, ni tibia,  ni fría, lo que varían son las condiciones que la hacen caliente, tibia, o fría. 

Las descripciones de la realidad son solamente parciales.

El esquema antes analizado de las frases  condicionales nos fuerza a reconocer la naturaleza parcial e incompleta del conocimiento humano ordinario. 

Este es un paso inicial muy importante en la superación de las pasiones, porque el deseo, el odio, el orgullo, la cólera y la avaricia provienen de la comprensión unilateral parcial de las cosas presumidas dogmaticamente  como  la verdad total. 

¿Cuántas veces  hemos tenido inapropiademente  cólera, celos, orgullo, o avaricia?. 

La avaricia para con el dinero,  desaparece cuando se entiende que el dinero no puede comprar salud, amigos o felicidad. 

El orgullo excesivo lleva a la humildad,  cuando apreciamos las calidades y las realizaciones maravillosas de otras personas que se comportan humildemente. 

La cólera y el odio desaparecen cuando comprobamos que otros objetos, situaciones, o personas,  no son ninguna una amenaza para nosotros. 

Entender la naturaleza parcial del conocimiento ordinario, también llamado común o vulgar,  hace mas elogioso el conocimiento de los Tirthankaras.

Anima a la fe en sus enseñanzas,  y motiva a los esfuerzos de emular sus vidas,  en la esperanza de alcanzar el progreso espiritual, la pureza, y la dicha.

Esto  despierta un  profundo deseo para  el conocimiento verdadero, que pueden servir como catalizador para activar la inclinación natural del alma a la libertad y para dirigir sus energías hacia la recuperación de su estado de paz y de pureza.